viernes, 28 de febrero de 2014

¡COMO QUISIERA PODER VIVIR SIN AIRE...! by SOPHIE!

SOPHIE


sophie@lolacirmi.com.ar






            Alguno de ustedes habrán leído hace tiempo una entrada mía en mi blog sobre mis vivencias del otro lado del charco en la que les contaba cómo era una boda en España. A pesar de todo lo que les cuento en el link que les facilito al final, tengo un recuerdo muy vivo de un aspecto en particular de ese día: tuve la magnífica idea de ponerme bajo el vestido una faja, esas que van desde la cintura y terminan tipo bermudas, bueno se hacen a la idea, ¿no? Al principio todo bien, en la iglesia de hace mil años del pueblo hasta me sirvió para no congelarme pero después de meterle "al body" cinco horas de comida y bebida, menos de la que hubiera querido porque más no me dejaba la bendita faja, sentí que estaba en una prisión de lycra. Y ese pequeño calvario elegido que pasé ese día, me hizo pensar que muchísimas mujeres durante siglo no tuvieron otra elección que ponerse todos los días un espantoso corsé.


Pero ¿desde cuándo se usa corsé? En la Edad Media generalmente el corte es por debajo del busto. Seguramente estuviese bastante ceñido pero los primeros corsés datan del siglo XVI y se pueden ver en imágenes de Isabel I, reina de Inglaterra, y en el arte de la época: en una escultura de Pompeo Leoni de 1530 de Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, que se encuentra en el Museo del Prado en Madrid, por ejemplo. El llamado en España "pecho de cartón" buscaba aplanar el busto y empujarlo hacia arriba y conseguir una cintura de avispa. 

 Su momento de auge será durante el siglo XVII cuando su uso se difundirá por todas las clases sociales y también en los hombres. En las clases populares lo más corriente era el uso del tight lacing o encordado ajustado (véase grabado de una vendedora de fresas de 1687 en Londres). Su uso comenzaba a partir de los siete u ocho años por lo que imaginemos las deformidades corporales que podrían provocar. De todos modos, es muy probable que las mujeres de alta sociedad ajustaran sus corsés sólo en fiestas y ocasiones especiales y que para el día a día usarán vestido más ligeros como los de corte imperio (de los que hablamos  la semana pasada) que así y todo no carecían de cierto armado y ajustado. 







Las clásicas imágenes de los libros y el cine,  de mujeres que sufren mareos y desmayos se debían justamente a la constricción que sufrían por el corsé que ajustaba todos sus órganos y apretaba sus costillas.
Promediando el fin del siglo XIX, el corsé no sólo se volvió un artículo de belleza sino que se difundió la idea de que sin él, la mujer iba demasiado libre, casi libertina. Las prendas más ajustadas y las figuras más extrañas pudieron ser captadas con las primeras fotografías dando cuenta de  lo insalubre de esta moda.

            Si el siglo XX fue el siglo de las conquistas para las mujeres, deberíamos nombrar como una de las primeras, la eliminación del corsé como accesorio ineludible de la vestimenta. La nombré en otra entrada, pero Coco Chanel fue una de las primeras feministas si la miramos desde esta óptica.
















Si quieren leer mi vivencia en una boda en España:


Fuentes que utilicé:
http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/docentes/trabajos/7431_18763.pdf
http://www.slideshare.net/anagalvan/la-historia-delcorsesilviaabreureyes-15169685
 

jueves, 27 de febrero de 2014

EL FOTOGRAFO DE MARILYN by MARIANITA!!

 Marianita! Fotografía

marianita@lolacirmi.com.ar







Muchos se consideran afortunados con el sólo hecho de cruzarse en algún lugar con su ídolo; ni hablar si consiguen un autógrafo o una foto para poder hacerla circular por las redes sociales.
Pero: ¿Qué harías si pudieras estar tres días encerrado con tu ídolo en una habitación de hotel?

Bert Stern lo logró.




Para muchos fue el hombre más afortunado de su época. Bert Stern, fotógrafo de modas,  fue envidiado por miles cuando trascendió la noticia de la producción fotográfica que le realizó a Marilyn Monroe para la revista Vogue en Junio de 1962.
Fueron tres días en los que estuvieron encerrados en el hotel Bel-Air de Los Ángeles.
En dicha producción tomó 2.571 fotografías que luego formaron parte del libro: “Marilyn Monroe : the last sitting”(La Última Sesión).

Pero el mayor impacto de esta noticia todavía no había llegado.

Seis semanas después la diosa Marilyn muere en un confuso episodio y causa un revuelo mediático. Es ahí donde la noticia de su última producción fotográfica tomó mayor relevancia.
Monroe fue encontrada muerta en el dormitorio de su casa ubicada en California por su sirvienta el 5 de agosto de 1962. Tenía 36 años.
Se dijo que su muerte fue por "una enfermedad aguda de envenenamiento por barbitúricos" y fue catalogada como un "posible suicidio", pero debido a la falta de evidencia, su muerte no fue clasificada como un suicidio. Muchos lo consideraron como un asesinato.

Bert Stern nació el 3 de octubre de 1929 en Brooklyn. Con dieciocho años empezó a trabajar en un banco de Wall Street, pero pronto lo abandonó para trabajar como ayudante de arte del director Herschel Bramson.
En 1951 entró como director artístico en la revista Mayfair y pronto comenzó a colaborar con revistas como Vogue, Squire, Look, Life, Glamour y Holiday.

A principios de los setenta cerró su estudio y se trasladó a vivir a España hasta 1976.

Tras su regreso a Nueva York se dedicó a realizar fotografía publicitaria y colaboraciones en revistas.

A pesar de que su trabajo más reconocido fue “La Ultima Sesión” de Marilyn Monroe; a lo largo de una carrera de más de 50 años, Stern fotografió a las mujeres más bellas del mundo: Audrey Hepburn, Elizabeth Taylor, Sophia Loren, Brigitte Bardot, Catherine Deneuve y Madonna, entre otras.

Murió en su residencia de Manhattan, el 26 de junio de 2013, a los 83 años sin que las causas de su muerte hayan sido aclaradas.









miércoles, 26 de febrero de 2014

DEMOCRATIZACIÓN SCOTT BY JONATHAN!




JONATHAN

jonathan@lolacirmi.com.ar







Democratización. Quizás esa fue la palabra clave que apareció en la cabeza de Jeremy Scott al momento de crear la colección invierno 2014-2015 de Moschino. El reciente director creativo, que tuvo su bautismo de fuego el viernes pasado durante la semana de la moda en Milán, plasmó en la pasarela una auténtica pluralidad de la moda con sus outfits inspirados en la cadena de comida rápida McDonald’s, en el dibujo animado Bob Esponja, en chocolates, cervezas y pochoclos, entre otros productos que son de consumo diario y, por lo tanto, accesibles.




Muchos dirán que Scott “se pasó de rosca” pero ¿alguien decía lo mismo cuando Jhonn Galliano teatralizaba de una manera totalmente magnífica a las modelos que desfilaban en la pasarela de Christian Dior? Pero siempre hubo una comezón en fundir la moda con la vida cotidiana, como si la ropa diaria no fuese moda.

La llegada de un americano a la moda italiana necesitaba un show de alto impacto, a lo cual Jeremy nos tiene acostumbrados, para decir “Hello, I’m here” ya que él no habla italiano, habla Moschino. Y sí que dio que hablar. Lily Mcmenamy fue la encargada de abrir el desfile con su trajecito colorado estilo Chanel con detalles amarillo. Y aquí comienza otro punto de inspiración: la democratización de Chanel y los ’80.
Sucede que Chanel resurgió de sus cenizas en la década de 1980 con la llegada de Karl Lagerfeld a la maison. Por eso durante el desfile pudimos apreciar varios looks inspirados en esa década donde lo excesivo y exagerado estaba de moda.

ADIDAS by Jeremy Scott

Entonces deberíamos replantearnos ¿qué es lo que quiso decir Jeremy Scott? En mi humilde opinión, trató de comunicarnos que llegaba a Moschino para convertirla a la marca en una firma más accesible o al menos, que tenga un mayor reconocimiento por fuera de la urbe del fashion bussines (así como lo logró Chanel y como son de pleno conocimiento los chocolates y los pop corn). Y no me sorprendería que lo haga. El gigantesco de la indumentaria deportiva, Adidas, ya lo tiene entre sus alas para que su línea de ropa y calzado urbano dé que hablar con sus exóticos diseños.



Más allá de las estampas pochocleras, hay que rescatar esos vestidos de gala que Scott creó. Cortes impecables y diseños que renuevan los vestidos de Moschino. El cierre a cargo de Lindsey Wixson con su newspaper-dress de novia nos demuestra el ingenio del nuevo director creativo; además de su insistencia con el tema de lo cotidiano. Así como todas las mujeres podrían casarse, todas pueden leer el diario. Es decir, todas pueden vestirse de Moschino.
















HASTA EL JUEVES PRÓXIMO!!

lunes, 24 de febrero de 2014

PUEDO SOLTAR LOS 90s? TEST!


Debido a que yo creo que realmente no puedo soltar los noventas, he creado este TEST para saber si no soy la única!!

Vamos!! empecemos! Sandico palma ni sum!!



1) Sí aprendiste sexo con esta revista:


2) Si dudaste de tu sexualidad cuando pensaste que  el de negro era mina y dijiste "mira que linda".




3)  Sí la escena que están todos de traje te hizo despertar sensaciones nunca encontradas.






4) Sí cuando alguien dice " voy a agarrar MI cuaderno, Mi lapicera..." vos pensas..."mi view master".



5) Sí te acordás de esta "rivalidad" 


6) Sí esta escena te hace mal al corazón y la crees innecesaria...



(si sabes el camino al gran valle, extra puntos)


7)Sí conoces este tema...
             

8) Sí con esta foto no te avivaste...


9) Sí estas escenas te suenan en algo!









10) Sí cuando ves un portero eléctrico te acordas de este tema...




SI LE "PEGASTE" A TODAS Y SOS UN BANANA BARBARO, PODES RETIRARTE CON HONRA, SÍ SOS DE ESTA GENERACIÓN Y NO ENTENDES NADA....ESTE BONUS TRACK TE VA A HACER ENTENDER UN POCO MÁS! no te pierdas frases claves como " a ver a ver ...como mueve la colita" y " que lo tiren a la hinchada" y "goma"






DEJAME TU COMENTARIO!!! CUAL ES LO QUE MÁS TE GUSTO!!



SALUTE FELICIDADES Y GRACIAS TOTALES!

XOXOXO

LOLA

sábado, 22 de febrero de 2014

Y DONDE ESTÁ LA VIKINGA?!

PROXIMAMENTE VAS A DESCUBRIR DONDE ESTA! MIENTRAS TE DOY UNA PISTA....




SI NO ENTENDISTE....EL SÁBADO QUE VIENE NO TE LO PIERDAS!!


XOXOXO

LOLA

viernes, 21 de febrero de 2014

ANTES MUERTA QUE SENCILLA by Sophie!!


@SophieRohirrim

Sophie@lolacirmi.com.ar






      Esta mañana, mientras caminaba los 15 minutos que me separan de casa hasta la universidad bajo una helada llovizna y con 20 kilos de ropa de abrigo, noté algo particular. Será la juventud de las universitarias, desconozco la razón exacta, pero mientras yo me pongo 4 capas de abrigo, ellas sólo llevan un pulóver (jersey para los españoles que me leen) y una camperita de cuero. Sé que están pasando frío, lo sé, lo veo en sus ojos. Pero imagino que no querrán parecerse a una señora como yo que voy en modo "si me caigo, reboto de tanta ropa". Y me pongo a pensar si esto es de ahora o los jóvenes siempre prefirieron el lucirse a la funcionalidad de la vestimenta. Y recordé un episodio de la historia muy particular, que me contaron en mi primer año de la UBA, allá en Ciudad Universitaria por el 2002, la "fiebre de la muselina".

            Cuando el 28 de mayo de 1804 Napoleón Bonaparte es coronado emperador de los franceses; en Francia y por influencia, en otros países de Europa, se generan movimientos estilísticos que intentan emular (otra vez) las grandezas de la antigüedad imperial romana y la cultura griega por defecto. El neoclasicismo se impuso no sólo en las letras, sino en la música, las artes, la arquitectura y se extendió a lo largo del siglo XIX, a pesar del abrupto final del intento imperial napoleónico. Las formas clásicas invadieron las ciudades y Buenos Aires, discípula fiel de París, también es un ejemplo de neoclasicismo... ¿o acaso nuestra catedral no es el partenón porteño?


Madame de Vervinac de Jacques Louis David (1799)


Por supuesto, la vestimenta sufrió la injerencia de este estilo y la denominada moda Imperio, fue furor en Francia y muchos países de Europa. Los vestidos eran una especie de recreación del atuendo romano y griego adaptado a la época. Se usaron géneros livianos para las mujeres como la muselina, batista, lino, tul y el algodón, gasas y sedas. Esta moda representaba todo lo contrario a los grandes y armados vestidos de la realeza derrocada. La moda imperio era la reivindicación del triunfo de la burguesía sobre la nobleza, gracias a la Revolución y a Napoleón.  






En París, las mujeres paseaban sus muselinas bajo las terribles heladas invernales sin nada más que un chal para cubrir sus casi transparentes vestidos. Es así, que se multiplicaron las enfermedades como gripes, catarros, tuberculosis, todas fatales para la época, en una era sin antibióticos. Se dice que los médicos coetáneos se desesperaban ante tal inconsciencia y no dudaron en llamar a este conjunto de síntomas, "la fiebre de la muselina". Aparecieron chales, boleros y abrigos de dudosa eficacia pero sin duda elegantes.



Los ingleses vencieron a Napoleón en Waterloo pero se llevaron de Francia el estilo imperial, y lo acomodaron más a su estilo de vida burgués tanto urbano como campestre y  a su clima, con telas más gruesas y con estampados de flores. Este es el estilo que lucían Elizabeth Bennet y sus hermanas en Orgullo y Prejuicio, y el que vemos en muchísimas representaciones de la época. Si bien, como vemos en la imagen, existían ciertas variantes de abrigo, probablemente nunca fuera suficiente. Esta debe ser la explicación de porqué en todas las novelas de Jane Austen alguna se moja con una lluvia cualquiera y pasa 10 días en cama a punto de morir!! 


















HASTA EL PROXIMO JUEVES!! SI TENES SUGERENCIAS O QUERES SABER MÁS! ESCRIBIME!! SOPHIE@LOLACIRMI.COM.AR

miércoles, 19 de febrero de 2014

“El diseñador argentino se las tiene que rebuscar” BY JONATHAN!

JONATHAN!

jonathan@lolacirmi.com.ar








Adaptabilidad, un componente fundamental.


El diseñador argentino se las tiene que rebuscar”


                Su hogar nos recibe y Drew, su pequeño perro, nos da la bienvenida. El lugar es un espacio habitado por una diseñadora egresada de la UBA, docente y emprendedora; y como tal nos propone una diversión infinita a los ojos: muestras de tela, una mesa de corte casi protagonista de la casa, una biblioteca diseñada por ella misma –¿les conté que además casi es arquitecta?- y cubos apilados a forma de estantes que contienen sus Pitimini, su reciente marca de bolsos para teletrabajadores.
            Así es que Paola Cirelli con sus 36 años vive inmersa dentro de su propio universo, el cual decidió abrirlo en 2012 para capacitar a profesionales del diseño en distintas áreas poco estudiadas durante la carrera de Diseño. Y así creó Estudio de Diseño Integral de Indumentaria (EDII) que transcurre en un espacio exclusivo que le asignó dentro de su hogar.
            Y como si le sobrara tiempo, durante el 2009 cuando conoció a Marcela Chiesa y Paola Siciliani mientras dictaban clases en un Terciario de Moda todas juntas decidieron profundizar un tema que las venía incomodando un poco: el mal uso de la palabra tendencia en el marco de la moda y el diseño y así explicar lo que realmente es. Por supuesto que un tema llevó a otro y finalmente terminaron por publicar en octubre del 2012 su libro “Buenos Aires es Tendencia, Diseño de Indumentaria en la era digital” que intenta –y logra- explicar el mundillo de la moda argentina tan poco entendido pero a la vez tan deseado por hombres y mujeres.

¿Cómo nació la idea de hacer un libro sobre el diseño argentino?
Cuando sos docente querés profundizar mucho más los temas que venís armando para dar clases. La organización de una clase va más allá de aquello que tenés que proponerle al alumno. Entonces, como Marcela estaba dando Tendencias en la EAM, Paulina Sociología y yo Proyectual, que es la base del diseño, nos surgió la idea de hacer un libro sobre Tendencias que explicara realmente lo que son y para que son utilizadas.

¿Es decir que las tendencias no son simplemente “el color que se va a usar”?
No, las tendencias son manifestaciones sociales, que se van dando, como cambios planteados o necesidades de un grupo reducido. Puede ser que se lean en diferentes partes del mundo pero que no es algo masivo. Una tendencia puede ser un cambio de alimentación como un uso diferente de indumentaria. Hay tendencias que mueren porque no lograron masificarse y otras que al masificarse y leídas e incorporadas por más gente se tornan moda. Es moda el uso de tecnologías en los celulares pero ya no es tendencia. Esa necesidad de comunicación se manifestó hace más de 20 años atrás.

Pero el libro no trata sólo este tema, va más allá. ¿Cuáles fueron los disparadores para que la publicación sea un análisis del diseño argentino?
Cuando empezamos a tratar el tema nos dimos cuenta que podíamos incorporar muchas cuestiones más en ese proyecto de investigación. Fuimos delineando punto por punto cual era el marco conceptual en donde íbamos a encajar esas ideas. Entonces ahí empezamos a plantearnos una cuestión sobre el diseño de indumentaria que todavía no se había escrito. Si bien hay libros sobre Sociología de la moda como los de Susana Saulquin, otros sobre el cuerpo y el diseño como el de Andrea Saltzman no había puntualmente sobre el diseño de indumentaria, en la argentina, el diseñador como perfil de trabajo y cuáles son las herramientas que los diseñadores requieren en un mundo que ha cambiado.

¿Y cuáles fueron esos puntos que enmarcaron “Buenos Aires es Tendencia”?
Fuimos buscando ejes que pudiesen hilvanar esa idea que era el libro y por esto nos propusimos hablar sobre la historia del diseño en Argentina. Tuvimos que recortar ese período desde la creación de la carrera universitaria de Diseño de Indumentaria y Textil en 1989. Y al tomar este punto de referencia nos parecía que debíamos incluir también a esas personas que fueron parte y responsables de la creación de la carrera universitaria, como Ricardo Blanco y Susana Saulquin.
Por otro lado, nos propusimos idear cuál era el perfil del diseñador de indumentaria argentino y explicar su verdadera función, que es la de resolver un problema a través del diseño de una manera estética. Y por último, tomamos distintas voces que habían sido parte desde el comienzo del diseño en la Argentina y también algunos nuevos miembros de este mercado como Petite M y Ladrón de Guevara.


¿Cuál fue el criterio que utilizaron para incluir a ciertos diseñadores dentro de sus entrevistas?
Abrimos el paraguas y elegimos diseñadores que hayan generado un cambio sustancial en el mercado. Un claro ejemplo fue Martin Churba junto a Jessica Trosman, quienes fueron los primeros que modificaron la forma de ver el diseño. Por su parte, elegimos a la marca Jazmin hebar porque dentro de lo que es el diseño es una empresa conformada con capitales que se fueron sumando y hoy día es una empresa que tiene por detrás un empresario (Claudio Drescher, entre otras cosas creador de Caro Cuore y Vitamina) con una visión global desde donde seguir. Buscamos voces diferentes.

Si Japón tiene sus materiales inteligentes, Italia es el taller del mundo de la moda y New York en conjunto con Londres aportan la modernidad al diseño, ¿qué le aporta buenos aires y sus diseñadores al mundo?
Buenos Aires plantea una mixtura por ser un pueblo generado por distintas culturas, lo que hace que tengamos una visión muy abierta del mundo. Japón e Italia tiene una cierta estigmatización de su potencial, mientras que nosotros tenemos un poco de cada cosa, lo que nos hace parte de todos. Si uno mira cualquier expresión artística nuestra puede ver que somos parte de un todo que le hace un aporte más a este mundo de artistas. Además, lo que tenemos nosotros es un poder de adaptabilidad admirable.

El diseñador argentino se la rebusca…
Se la tiene que rebuscar. El año pasado fui a hacer un curso a España con una marca que se llama La casita de Wendy y lo interesante fue ver que ellos no tienen problemas productivos. La diseñadora diseña, lleva a su tallerista a buscar las telas a Portugal, imprime las telas, confecciona y no tiene mayores problemas. Acá los talleres son todo un tema. Hay que conseguir uno que te entienda y te cumpla. Pudo haber pasado un mes y te devuelven los materiales sin hacer que por cuestiones técnicas o porque no lo saben hacerlo, no lo hicieron. Entonces estamos buscando soluciones constantemente, lo que nos hace únicos.

Incesantemente se trata de diferenciar el diseño con autoría y no diseño. ¿Esa sería la pelea que existe en la actualidad?
Sí, la diferencia está y es por una sola cuestión. Un diseño, que detrás tiene un autor, intenta descifrar ciertas necesidades que la sociedad le plantea y le retribuye con una prenda que trate de satisfacer esas necesidades no es lo mismo que un vestido que confecciona un modisto por la necesidad puntual de un individuo. Siempre habrá una prenda con diseño mientras haya un autor detrás que intente remantizar las tendencias globales y adaptarlas al público que sigue su marca. Una prenda con diseño tiene un valor añadido que es el estudio de las necesidades que hicieron para que la persona compre ese indumento para satisfacer esas exigencias.
Por ejemplo cuando comencé a formar Pitimini, hice un estudio de los teletrabajadores e ideé un objeto que satisfaga las necesidades de esos trabajadores.

Y ya que tocamos el tema de Pitimini ¿por qué te inspiraste en Le Corbusier y Tadao Ando para diseñar tus bolsos dirigidos a los teletrabajadores?

En la época que yo estudiaba Arquitectura en los noventa, Le Corbusier era el padre de la arquitectura a pesar de que ya en los años 20 había ideado la Arquitectura Racionalista. Al estudiar todo eso en la UBA, lo tenía muy inmerso en mí. Me fue sumamente interesante la modulación que generaba porque en los años 20 la falta de viviendas debido a la Primera Guerra Mundial había creado una necesidad habitacional gigante. Entonces propuso resumir los material y utilizar el menor espacio posible. Es así que mis bolsos se inspiran en sus formas lineales y en el ahorro de la moldería y materiales a la hora de realizarlos. Y por otra parte, me inspiré en Tadao, que a su vez él mismo se inspiraba en Le Corbusier, para darle los detalles minimalistas que los bolsos tienen. 






HASTA EL PRÓXIMO MIERCOLES!














martes, 18 de febrero de 2014

DIME COMO TE VISTES EL SÁBADO POR LA NOCHE Y DIRÉ CON QUIEN TE LEVANTAS EL DOMINGO A LA MAÑANA

Es sábado a la noche. Después de una ardua semana de trabajo, compromisos y vida en familia. Mi cuerpo pide aire puro. Socializar con el sexo opuesto y alguna bebida relajante.


( Osea, que necesito salir a bailar, conseguirme un “chongo” y una ingesta alcohólica tan grande que supere la típica frase “ hasta el agua de los floreros..” y me relaje tanto como para olvidar mi sentido de la vida.)

Un básico de las mujeres, es la vestimenta adecuada a la hora de salir.
La ropa no solo nos hace ver lindas y sexys, también demuestran nuestra personalidad y en algunos casos, casi siempre, para mí, nuestro estado de animo. Por eso es esencial la elección, perfecta y equilibrada, de la vestimenta para un sábado a la noche. El largo, el ancho, la profundidad, el recato, etc.
Es una regla de tres simple, chicas. Si nos gustamos, vamos a gustar. La imagen que damos se va a responder exactamente como la mostramos.
Y acá me detengo de explicaciones psicológicas para entrar de lleno en este tema.
Imágen igual respuesta.
Una de las de las grandes cosas que tenemos las mujeres es la intuición, nosotras podemos planear como queremos pasar nuestra noche y gracias a estos ejemplos, espero acercarlas al recuerdo de alguna noche bolichera.
Estoy parada frente a mi guardarropa y hay varios conjuntos que me llaman la atención




Opcion 1: Minifalda de jean hiper corta, una remerita muy ajustada y unos tacos de 15 Cm.
Imagen: Soy sexual, una fiera en la cama. Amo mis piernas super largas y voy al acecho.”



Respuesta: Se te van a acercar miles de hombres. Obviamente buscando exactamente lo que reflejas y de todos, seguramente uno es “pasable” y terminas con él para “salvar la noche” .
Y si el domingo te levantas en su casa, espero que hayas demostrado lo fiera que sos y no haya sido pura fanfarroneada.








 (buu foto vieja! ya no fumo!)


Opción 2: Un estilo más “ grunge”, una remera de los Ramones, unos jeans “ que ya caminan solos” y unas All Star pasadas por agua.
Imagen: “ Soy lo que soy. Sí te gusto mírame, si no, no mires. Mi plan es una cervezas con amigos.”
Respuesta: Y bueno...mucho no se puede esperar. Tu look no es el mas deseable por la especie “ macho argentino”. Si no terminas encamada con un amigo del mismo grupo, seguramente te despiertes el domingo con tu vieja, llamándote o moviéndote para que revivas al compás de “ ¡Los ravioles están listos, nena!”.










Opción 3: Estilo “ Romántica, sin cura”. Un vestido de Broderie en colores pasteles y unas chatas haciendo juego.
Imagen: “ Soy inocente, frágil como una hoja. Espero que el príncipe azul toque mi puerta. Estoy en contra del sexo casual.”
Respuesta: Seguramente que el sexo opuesto se va a fijar en vos. Las inocentes gustan.  
Pero ¡ojo!... Los hombres, y más en los boliches, siempre buscan sexo. Así que no creas que porque te responde como queres...” es un dulce y me respeta” es diferente. Acá hay dos variaciones. La primera es que te niegues a ir “ a algún lugar más tranqui” y termines con un teléfono y un domingo perdido chequeando si tu aparato se rompió ya que no recibís noticia alguna. La segunda variante es que después de tres horas de agotador “chamuyo”, finalmente accedes, luego de una charla con tus amigas en la cola del baño, por supuesto. Te despertás el domingo en tu cama, porque no quisiste quedarte a dormir, preocupada por como quedaste parada frente al chico, tus amigas, la gente del boliche, el taxista , la portera que estaba baldeando la vereda cuando llegaste, etc.


Chicas, conclusión: El hombre ideal es muy difícil encontrarlo en un boliche.
Podemos jugar a tener varios estilos, pero ser fieles a como somos es lo IN!.
Salgamos a disfrutar y si se da...se da.
Ahora que somos conscientes de lo que generamos en el resto, con el solo hecho de vestirse,
seamos conscientes de algo más...

El principe William se casó.    


CONMIGO!




XOXOXO

LOLA