viernes, 28 de febrero de 2014

¡COMO QUISIERA PODER VIVIR SIN AIRE...! by SOPHIE!

SOPHIE


sophie@lolacirmi.com.ar






            Alguno de ustedes habrán leído hace tiempo una entrada mía en mi blog sobre mis vivencias del otro lado del charco en la que les contaba cómo era una boda en España. A pesar de todo lo que les cuento en el link que les facilito al final, tengo un recuerdo muy vivo de un aspecto en particular de ese día: tuve la magnífica idea de ponerme bajo el vestido una faja, esas que van desde la cintura y terminan tipo bermudas, bueno se hacen a la idea, ¿no? Al principio todo bien, en la iglesia de hace mil años del pueblo hasta me sirvió para no congelarme pero después de meterle "al body" cinco horas de comida y bebida, menos de la que hubiera querido porque más no me dejaba la bendita faja, sentí que estaba en una prisión de lycra. Y ese pequeño calvario elegido que pasé ese día, me hizo pensar que muchísimas mujeres durante siglo no tuvieron otra elección que ponerse todos los días un espantoso corsé.


Pero ¿desde cuándo se usa corsé? En la Edad Media generalmente el corte es por debajo del busto. Seguramente estuviese bastante ceñido pero los primeros corsés datan del siglo XVI y se pueden ver en imágenes de Isabel I, reina de Inglaterra, y en el arte de la época: en una escultura de Pompeo Leoni de 1530 de Isabel de Portugal, esposa de Carlos V, que se encuentra en el Museo del Prado en Madrid, por ejemplo. El llamado en España "pecho de cartón" buscaba aplanar el busto y empujarlo hacia arriba y conseguir una cintura de avispa. 

 Su momento de auge será durante el siglo XVII cuando su uso se difundirá por todas las clases sociales y también en los hombres. En las clases populares lo más corriente era el uso del tight lacing o encordado ajustado (véase grabado de una vendedora de fresas de 1687 en Londres). Su uso comenzaba a partir de los siete u ocho años por lo que imaginemos las deformidades corporales que podrían provocar. De todos modos, es muy probable que las mujeres de alta sociedad ajustaran sus corsés sólo en fiestas y ocasiones especiales y que para el día a día usarán vestido más ligeros como los de corte imperio (de los que hablamos  la semana pasada) que así y todo no carecían de cierto armado y ajustado. 







Las clásicas imágenes de los libros y el cine,  de mujeres que sufren mareos y desmayos se debían justamente a la constricción que sufrían por el corsé que ajustaba todos sus órganos y apretaba sus costillas.
Promediando el fin del siglo XIX, el corsé no sólo se volvió un artículo de belleza sino que se difundió la idea de que sin él, la mujer iba demasiado libre, casi libertina. Las prendas más ajustadas y las figuras más extrañas pudieron ser captadas con las primeras fotografías dando cuenta de  lo insalubre de esta moda.

            Si el siglo XX fue el siglo de las conquistas para las mujeres, deberíamos nombrar como una de las primeras, la eliminación del corsé como accesorio ineludible de la vestimenta. La nombré en otra entrada, pero Coco Chanel fue una de las primeras feministas si la miramos desde esta óptica.
















Si quieren leer mi vivencia en una boda en España:


Fuentes que utilicé:
http://fido.palermo.edu/servicios_dyc/blog/docentes/trabajos/7431_18763.pdf
http://www.slideshare.net/anagalvan/la-historia-delcorsesilviaabreureyes-15169685
 

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